Guía rápida para volar un dron

El 3 de julio de 2021 volé un dron Mavic Pro.

Realicé una grabación desde las alturas de un parque de la colonia Roma durante una clase individual impartida por un tutor de “Vatel, la casa del Dron”. Digamos que 2,500 pesos fue lo que me costó realizar unas tomas estables de un paisaje, así que por lo menos había que aprovecharlas para hacer memes animados.

En la primera parte de este texto detallo los tecnicismos involucrados al volar un dron. Ya para las conclusiones doy una opinión sobre lo que la experiencia suscitó en el largo plazo. ¿Recomendaría comprar un dron? ¿Adquiriré yo uno próximamente? ¿Conviene tomar clases para volar vehículos aéreos?

Mientras mi gato vivía sus últimos días, el paisaje de la Ciudad de México

Consideraciones para volar un Mavic Pro

Los drones (o RPAS), por su tamaño, se clasifican en tres: micros (2 kilos o menos), pequeños (2 kilos a 25kg), y grandes (25kg en adelante). Si se tiene un dron que pesa menos de 25kg, no se requiere licencia para pilotarlo, pero sí ha de registrarse en Aeronáutica Civil.

El DJI Mavic Pro por ejemplo, pesa 950g. Sí convendría mantenerte al tanto de la regulación de drones si tu ocupación es volar uno, ya que su uso va en aumento, y puede que los lineamientos lleguen a cambiar. 

La sucursal de Vatel está dentro de un edificio de varios pisos que se dicen oficinas, pero son en realidad muy pero muy pequeñas. La primera parte de la clase fue ahí. Inspeccionamos la aplicación DJI Go 4.

Y bueno. Aprendí más cosas. Un dron de esta calaña puede funcionar por medio de visión con respecto del suelo o GPS. Para este último, la aplicación de celular marca cuántos satélites están ayudando al dron a localizarse en el espacio. Así, usar GPS es muy preciso y el lugar donde despega, es exactamente el sitio al que regresa.

A la tecnología que permite recopilar datos de lugares remotos, como la información satelital, se le llama telemetría.

En la aplicación, el usuario limita la altura a la que puede volar el vehículo aéreo. En el momento en que llega ahí, se siente una vibración en el celular indicando que ya no se volará más arriba. Hoy (3 de julio de 2021) la cota máxima fue 120 metros, que fue suficiente para ver el paisaje de la Ciudad de México, y aún era posible ver el dron volar desde abajo.

Hay otra medida importante que se fija cada vez que se cambia la locación donde se vuela el RPA: esta es, la mínima distancia que debe subir el dron para evitar un choque con un edificio o poste de los alrededores.

Así, al apretar el botón de “volver al punto de origen” (manteniendo presionado un pequeño botón en una esquina superior izquierda del controlador), el dron primero subirá hasta la distancia establecida como mínima, y ya estando ahí se moverá en línea recta de regreso a las coordenadas donde aterrizará, rotará sobre su eje, y luego bajará sobre su eje z.

El dron es muy estable para grabar imagen. Al moverse, éste se inclina, pero la cámara se mantiene derecha (siendo estabilizada por un gimbal).

Para volar el dron, la batería tiene que estar cargada, y el dron calibrado (cuando está descalibrado lo que sucede es que hay más energía apoyando ciertos motores del dron, en vez todos por igual, provocando el desequilibrio del vehículo). Luego se monta un joystick al teléfono celular (preferiblemente se necesita un teléfono móvil, pues usar únicamente el controlador implica reducir la experiencia de pilotar, a cosas muy básicas). Se enciende el joystick apretando el botón de encendido así: una vez rápido seguido una vez prolongada. A continuación se enciende el dron del mismo modo (apretando su botón de encendido una vez rápido seguido de una vez prolongada), y se procede a iniciar la aplicación del celular. Si se desea cambiar el joystick, eso es posible, pero se ha de picar un botón oculto localizado en el RPA, usando una aguja. Eso permite una sincronización del dron con el joystick específico. 

Se DEBE quitar un plastiquito que sostiene a la cámara del dron antes de echarlo a volar.

Las hélices deben estar posicionadas de la siguiente manera: hélices con una misma orientación situadas en diagonal. Deben estas quedar fijas al dron, pues es fácil que parezca que lo están, pero que en realidad estén parcialmente ancladas, y eso hace que salgan volando al momento de echar a andar las hélices, lo que puede llegar a dañar al dron si se cae. O a alguien.

El dron tiene unas luces que indican si éste está listo para volar. Si están en verde, se puede iniciar. Si están en rojo o amarillo, algún problema habrá. A veces es cosa de inclinar el RPA de modo que la superficie en donde esté, se encuentre totalmente horizontal, y la cantidad de luz que hay en el ambiente también influye. En los espacios cerrados, pocos satélites pueden proveer información al dron para ubicarse, y por eso se recomienda cambiar el tipo de referencia espacial que usa este en los espacios cerrados.

En el joystick, con las palancas abajo y al centro se enciende el motor del dron.

Y se procede a despegarlo tal como sucede con el dron Tello: la palanca izquierda controla arriba, abajo y rotar sobre su eje. La palanca derecha controla los movimientos de derecha e izquierda. Que es el modo default del controlador, pero se pueden elegir presets diferentes.

Una flechita en el mapa satelital de la aplicación, indica la dirección hacia la que está apuntando la cámara del dron. Ya en el aire, es casi imposible saber cuál es la dirección de éste a puro ojo. Cuando el RPA sí está en un lugar visible para el piloto, se sugiere que él oriente su cuerpo en la misma dirección.

Hay un par de botones personalizables para el joystick en la parte de atrás. Y en la parte de enfrente también hay botones para configurar acciones de la cámara; el zoom por ejemplo.   

Al dron se le puede meter una tarjeta SD para guardar tomas en 4K, y versiones más actuales de este UAV (por sus siglas en inglés) están ya en 8K. En otro caso, se pueden guardar los videos en la memoria del teléfono, pero estos se quedan grabados en HD. Es posible hacer transmisión de video en vivo directo a youtube, o facebook, mediante una configuración personalizada para este fin, dentro de la misma aplicación. Y simplemente se aprieta el botón asignado para empezar a iniciar la grabación o detenerla.

Hay dos velocidades a elegir para manejar el dron. Sport es para carreras. Va más rápido, y se inclina el vehículo mucho con cada freno o vuelta que haga. El modo Position es más lento, y sirve mejor para fotografía aérea.

Los “modos inteligentes de vuelo” son para planear rutas. Por ejemplo, si se quiere documentar el proceso de construcción de un edificio en video, se programa una misma ruta, la cual trazará el dron cada día, con los exactos ángulos, alturas, tomas de cámara, aterrizaje y despegue. Otro ejemplo para su uso es en un parque donde se deseara hacer una filmación, en el cual hay ciertos árboles y postes estorbosos. Se puede programar una ruta para el dron, que esquive los obstáculos.

También el Mavic Pro tiene programadas ciertas funciones de seguridad: para evitar que se estrelle, posee unos sensores frontales de tal modo que, al ver una pared a cierta distancia, se detiene en seco (malo que no tiene sensores traseros o laterales, o algunos obstáculos no son perceptibles a los sensores, como pudieran ser cables de luz muy delgados, o postes). Si hay personas enfrente, también se logra detener a medio metro de distancia aproximadamente.

Llega a suceder el caso de que la batería del RPA se empieza a acabar mientras está volando. Si no hay la suficiente para regresar al punto de origen, existe la opción de dejarlo detenido en el aire y el usuario acercarse. O de aterrizarlo justo abajo de donde se encuentra volando, para que el usuario lo recoja ahí.

Y si uno prevee el accidente de que el dron en vuelo está a punto de caer justo encima de una persona, antes puede desactivarlo totalmente; mejor que este caiga antes al suelo.

El Mavic Pro vuela a una velocidad máxima de 75 kilómetros por hora en modo sport. O 35 km/h en modo position (aproximadamente). Si el usuario quiere subirse a un coche en una carretera y controlarlo desde ahí, hay que manejar más o menos despacio. De otro modo, se puede perder la señal. Lo que pasa en caso de así suceder también se configura en la aplicación, previo a iniciar el vuelo. Podría especificarse que el dron se mantuviera volando en un mismo sitio, aterrizara cerca de donde se perdió la señal, o regresara al punto de origen.

Hay que notar sin embargo, que si el piloto del dron está en movimiento (ya sea porque va en coche, o en un barco sobre el mar), la opción de aterrizar en el punto de despegue es imposible. Antes de iniciar el vuelo, eso se configura, determinando si el punto de regreso es el de origen, o el del controlador.

Producción de video con drones

Un primer ejercicio que me dejaría de tarea tras haber experimentado volar un dron semi-profesional sería: volver a inspeccionar videos antes vistos que usan drones y analizar qué chiste tienen esas tomas en relación con lo que yo realicé (quien me conoce ya sabe que mis filmes de referencia son de Cercle, entre los cuales, “Adriatique for Signal” y “Mome live at Tahití” son mis favoritos).

Por ejemplo, en las tomas que efectué, poco alejé el dron del parque donde yo estaba y lo desplacé pocos metros hacia los lados, una vez que éste estaba arriba. Me dio algo de miedo perderlo. Esto volvió poco osados los movimientos en el aire. Puedo por eso asegurar, que en videos interesantes de drones, sí desplazan al vehículo varios metros lateral y frontalmente.

Manejar fluidamente el dron haciendo curvas y manteniendo una velocidad constante, también mejoraría las tomas sustancialmente. Al igual que mantener un ritmo de cuánto tiempo dejar descansar al dron en una toma, antes de cambiar.

En cuanto a lo que se puede hacer con el video que se tiene de una sesión con dron, es una gran pregunta. Tengo disponibles tres tomas de mi sesión con el Mavic Pro, y lo primero que pensé hacer fue recortarlas, quedándome con las secuencias que mejor se veían. Estas tienen de 2 segundos a 20 segundos de duración. Mi tarea sería jugar con esas tomas, editándolas, ordenarlas de modo diferente, ponerles música, leyendas, palabras.

Selección automática de escenas en tik tok

Tello vs Mavic

Si no lo sabes, el Tello es un dron DJI de gama baja, en el precio de los 3mil pesos (sin accesorios); mientras que Mavic Pro es un lujo de dron. Entonces ¿qué es exactamente lo que se pierde al optar por el Tello?

Volar un dron Mavic, en bastantes cosas supera al Tello; en realidad no hay punto de comparación. Pero se parecen mucho respecto a manejar el joystick (yo tengo el T1d para Tello). Es más fácil controlar el Mavic por ser más preciso, aunque para ser más atrevido manejándolo, seguramente volar un Tello frecuentemente, incrementaría la seguridad con que uno pilotara cualquier dron DJI. Es por esto que después de todo, parece una buena inversión la del Tello.

Se pueden mejorar las tomas de video para Tello a algo estable, usando un WIFI extender y un iPad o iPhone en vez de celular Android, además de cuidar manejarlo sin viento. Se puede extender el tiempo de vuelo del Tello comprando baterías extra. Eso es una cosa que lograr, que cuesta menos dinero, puede conseguir buenos resultados, y puede servir para ir conociendo las cosas básicas. Sin embargo, la resolución de los videos en Tello, siempre será el HD, que es un formato mucho más pequeño que la pantalla de una laptop, lo cual deja mucho que desear. Y será prácticamente imposible obtener un video estable si no se cuenta con iPhone y un extensor. 

Obviamente la capacidad de fotografiar cosas interesantísimas es mucho más amplia para el Mavic. Con el Tello una se queda con ganas de más altura, y con cada dos metros más que pueda elevarse un dron, las perspectivas se van viendo muy diferentes. Los paisajes más espectaculares están muy por arriba de los edificios, mientras que el Tello sólo llega a la altura de los árboles más altos; tal vez un poco más. Además, el Mavic puede volarse cuando hay viento, y una fotografía en un clima nublado puede ser muy atractiva.

En cuanto al despegue y aterrizaje, el Tello, a diferencia del Mavic, es totalmente manual, ya que Tello sólo funciona con sensores de visión respecto del suelo (es decir, sin información satelital), y por ello es propenso de atorarse con un cable de luz al momento de querer aterrizarlo. Otra cosa susceptible del Tello es si pierde la señal WIFI mientras vuela; podría llegar a extraviarse para siempre.

Dron a 120 metros de altura

Medidas de referencia para un vuelo

Pilotar un dron Mavic Pro por vez primera, suscita varias preguntas que naturalmente emanan durante esa experiencia. Se busca tener una buena referencia de medición de las distancias que tiene el UAV con respecto del piloto, los edificios u otros vehículos aéreos; esto con el fin de desplazarlo cómodamente, a conciencia de que no chocará.

  • ¿A qué altura vuela un helicóptero? Un helicóptero vuela en un promedio de 450 metros de altura con respecto del suelo y hasta no más de 10mil metros . La altura mínima especificada es que sobrepase en 300 metros al edificio o cosa más alta que se encuentre a un radio de 600 metros.
  • ¿A qué altura vuela un avión? Un avión debe volar a una distancia de 10,000 a 12,000 metros del suelo. Aunque en una zona urbana (de aterrizaje o despegue) como la Ciudad de México, podría llegar a estar elevado a no menos de 305 metros del obstáculo más alto situado en un radio de 610 metros. Sobre una zona de campo o mar, podría llegar a volar a 150 metros de altura.
  • ¿Pueden chocar un dron y un helicóptero a 120 metros de distancia del suelo y qué es lo que pasaría en ese caso con el helicótero y con el dron?  No lo sé.
  • ¿Qué altura tiene el World Trade Center? El WTC tiene una altura de 207 metros. En el primer video mostrado (en esta entrada), se aprecia el edificio.
  • ¿Qué altura tiene el edificio más alto de la ciudad de México? El edificio más alto de la ciudad de México es la torre Reforma, que mide 246 metros. Le siguen Chapultepec Uno (241m), Torre BBVA (235m), Torre Mayor (225m), Torre Ejecutiva Pemex (211m) y World Trade Center (207m). Así ya sabemos que, hipotéticamente, podemos volar un dron a 300 metros de altura, donde muy difícilmente chocará con algo.
  • ¿A qué distancia se encuentra el parque donde yo volé el Mavic, del World Trade Center? Aproximadamente, está entre 4 y 4.5 kilómetros de distancia desplazándose en coche (15 minutos de trayecto). En teoría se puede hacer una travesía aérea desde ahí hasta el WTC y de regreso, pero para saber si la pila aguantará ese tiempo, por lo menos hay que tomar en cuenta los kilómetros que viajaría de ida, regreso, despegue y aterrizaje. Y para saber si realizar esa trayectoria es plausible, también hay que considerar si en el camino existirá algo con lo que el dron pueda chocar. A una altura de 120 metros, pareciera que ya no pudieran haber barreras. Los edificios parecieran ser lo más alto en el panorama, y estos ya quedan bastante por debajo a esta altura. Aunque otras variables adicionales pudieran intervenir en el consumo pronto de batería del dron, como la cantidad de viento, la dirección del viento y la forma en que se están usando los motores del dron para desplazarlo; si se fuerzan mucho, se consume más batería.

El precio de volar drones 

Dedicarse a volar RPAS podría llegar a ser muy costoso. La cuota por la compra es sólo el comienzo, ya que seguramente serán necesarios accesorios complementarios, como baterías adicionales, un landing pad, estuche para transportarlo, etc. Y si el dron llegara a fallar o chocar, arreglarlo seguro costará más de mil pesos.

La batería recién usada y descargada de un dron Mavic se calienta mucho y no puede cargarse inmediatamente.

Se pueden comprar baterías extra y sustituir una por otra en el dron, inmediatamente después de que una de ellas se acabe. Cada una tiene un precio de $3,500 pesos, aproximadamente.

Además de eso, una se interesará por relacionarse con otras personas que también tengan RPAS, lo que conllevaría aún más gastos, aunque varios beneficios, como ir de excursión grupal a filmar, pudiendo así comunicar a otros el aspecto de las tomas, tips de vuelo, o si tu dron llega a fallar, seguramente habrá otro que podrá seguir usándose para el propósito en mano. Así como las personas involucradas se preocuparán por cuidar el caro equipo contra robos y malos usos.

Conclusiones

¿Recomendaría comprar un dron?

Sí. Especialmente por la fotografía y la resolución de los videos que pueden obtenerse. El paisajismo es un mayor atractivo, pero también, al nivel del suelo hay que destacar la posibilidad de elaborar tomas dinámicas que de otro modo serían difíciles de lograr. Al salir de viaje a otro país, llevar un RPA podría ser una manera espectacular de documentar anécdotas.   

Sí habría que plantearse que estos artefactos requieren un gusto por los gadgets. Si eso no es lo tuyo, o crees que te sentirás estúpid@ cada vez que vayas sol@ al parque a volar el vehículo aéreo, mejor abstenerte de comprarlo.

Si por el contrario te encanta la tecnología o los videojuegos, el dron comienza a ser una experiencia totalmente inmersiva, para la cual hasta podrás conseguir un casco VR.

Los drones más accesibles, como el Mavic mini, cuestan aproximadamente 12mil pesos.

Una alternativa para usar UAV’s sin comprarlos, sería el de pertenecer a un proyecto académico, en el que el objeto de estudio sea el dron o que éste último esté siendo requerido en el contexto más importante de estudio.  Hay algunos programas escolares de ingeniería de drones o también es de interés controlar estos vehículos mediante lenguajes de programación.

¿Adquiriré un dron próximamente?

Yo Ofelia, no. Tomar una clase bastó para darme cuenta que los UAV’s no son mi prioridad, ya que si invirtiera mi dinero en uno es porque lo usaría, y ello exigiría bastante tiempo. Aún después de haber llevado el curso online de vuelo de drones del CENART, me quedó la espina de querer pilotar uno con mis propias manos. Pero luego de haber tenido acceso al Mavic Pro, me di cuenta de que no es momento para ponerle estricta atención a este dispositivo y que su interés también recae en la música que acompaña a un video y a su trama.

Más soy de la opinión de que es un utensilio para ser empleado en una situación planeada y muy específica. De tal forma que me sirve conocer cómo funciona un dron de la gama del Mavic Pro con todas sus posibilidades, pero tal vez no sea yo la única que termine volándolo ese día (o en ese viaje), y puede que ni llegue a necesitar comprar uno. Este tipo de dron se sale totalmente de mi presupuesto, y sin duda alguna me haría más feliz dedicarme al deporte dos días a la semana, que irme de práctica fotográfica dos días a la semana.

De momento, con el DJI Tello me es suficiente.

¿Conviene tomar clases para volar vehículos aéreos?

Depende de qué es lo que pretendas lograr. No es tan necesario, y si realmente estás interesado en volar drones, ahorrarías bastante dinero decidiéndote por un camino más DIY: comprando uno y aprendiendo en la marcha. Tomar una sola clase puede que sirva para “librarte de todas las dudas que tengas sobre el RPA, de una vez por todas.” Tales como: ¿Para qué sirve este botón? O ¿Qué más se puede hacer con el dron que a mí no se me ocurre? O ¿Qué es lo que tengo que saber de él si o sí?

Pero volar el dron es tan simple como querer hacerlo y hay que practicar para mejorar. Las miles de funcionalidades extra son más bien secundarias, muchas de las cuáles seguramente te las comenzará a sugerir el algoritmo inteligente de Youtube, una vez hayas visto los primeros tutoriales sobre cómo explotar al máximo tu UAV.  

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